Jóvenes de secundaria en Ecatepec son reclutados por el crimen organizado, revela estudio
La existencia de factores de riesgo no condena a las juventudes a ser víctimas de la violencia; las relaciones familiares y escolares los protegen, asegura Cauce Ciudadano.
Grupos del narcotráfico han tratado de reclutar a jóvenes de secundaria en Ecatepec, Estado de México, también los han extorsionado y les han pedido dinero pero sus relaciones familiares, de amistad y con sus profesores pueden protegerlos de ser víctimas de la delincuencia, reveló un estudio de la asociación Cauce Ciudadano y la Universidad de Stanford.
Este jueves integrantes de la asociación civil presentaron los resultados de un estudio sobre la experiencia de victimización y violencia de las y los adolescentes en Ecatapec. Aplicaron mil 387 cuestionarios a estudiantes de distintas secundarias y encontraron que a 12 por ciento de ellos le han ofrecido trabajo en el narcotráfico.
Para terminar con el reclutamiento de jóvenes en grupos del crimen organizado se requiere una política nacional de prevención con enfoque de salud pública, el desmantelamiento patrimonial y financiero de los cárteles, pero también un sistema nacional de desmovilización que permita una ruta de salida a los adolescentes involucrados, dijo Miguel Agustín López Moreno, coordinador de Cauce Ciudadano en el Estado de México.
López Moreno afirmó que lo que proponen no se trata de una amnistía sino de modelos de justicia alternativos y transicionales. “Estamos hablando de chicos que están siendo utilizados, victimarios, pero también víctimas (…) no se trata de impunidad, se trata de darles otra salida”.
Carlos Cruz, fundador de Cauce Ciudadano, dijo que el peor error en las políticas de prevención social es trabajar a partir de factores de riesgo como tráfico de drogas o de armas. Por el contrario, para prevenir conflictos sociales como el involucramiento de los jóvenes con cárteles del narcotráfico se debe trabajar a partir de factores de protección como las relaciones familiares o de amistad de los adolescentes.
“Tenemos que indagar cuáles son las capacidades instaladas en los chavos para acabar con la violencia (…) buscamos cuáles son las conductas protectoras y se potencian estos factores”, explicó.
En ese sentido el estudio presentado este jueves destaca que el 88 por ciento de los jóvenes encuestados dijo tener el apoyo de su madre cuando lo necesita y 77 por ciento, el de su padre. El 93 por ciento se siente valorado por sus profesores y el 89 por ciento se siente seguro en la escuela; además el 33 por ciento señaló que su grupo de amigos significa protección.
Los resultados obtenidos por Cauce Ciudadano y el Laboratorio de Pobreza, Violencia y Gobernanza de la Universidad de Stanford indican que la existencia de factores de riesgo no condena a las juventudes a ser víctimas de la violencia.
La ausencia del Estado en la vida de las y los adolescentes ha producido un contexto de violencia complejo: el 20 por ciento de los encuestados reportó haber perdido a un amigo por un crimen violento y el 21 por ciento sufrió la desaparición de un amigo o familiar.
Para desmantelarlo debe promover el desarrollo de resiliencias individuales y comunitarias para lo cual los factores de protección de los jóvenes son importantes.
